CIENCIAS NATURALES
POR QUÉ
ME GUSTA LA CIENCIA
Siempre he considerado que las ciencias deben ser divertidas: nos
pasamos todos los días en medio del mundo natural, de su ir y venir,
desarrollo, tecnología, artes y demás, que nos olvidamos de la esencia, de lo
que constituye todas las cosas, somos materia. Para Sagan “la ciencia es más
que conocimientos, es una manera de pensar”
Es importante considerar las ciencias como parte de un todo, todos somos
ciencia, desde que nacemos y empezamos a buscar el seno de nuestra madre,
empezamos nuestro camino a la iluminación científica, al método científico,
ese, es nuestro primer amor –que tristemente se nos olvida por muchas cosas, en
algunos se convierte en arreglo de uñas y otros en manuelita saliveiro, pero
bueno, son cosas que pasan-.
Es por ello que en el 2015, año en el que yo llegue al colegio, quise
demostrar que la biología y la química no era solo formulas y hablar de
animalitos y sistemas del cuerpo humano, que uno se podía divertir, y créanme
que por lo menos yo me divertí mucho… aun me acuerdo la cara del coordinador
cuando puse el primer bombazo en el colegio y llegaron los señores agentes del
GOES, uno de esos momentos didácticos que no tienen nada de magna. La cara de
los estudiantes cuando hacíamos cohetes y yo los mandaba a que los lanzaran
solo para verlos llenarse de vinagre y bicarbonato, la cara de algunos cuando
por primera vez en mucho hacían laboratorios y entendían lo que hacían –creo
que me estoy alabando mucho, pero es verdad- soy alguien que piensa que entre
más sentidos se involucren en el aprendizaje más significativo es este, si lo
hago lo aprendo, es mi consigna. Furman, un señor que habla sobre la ciencia en
la escuela opina que:
“Si nos imaginamos a la ciencia como una moneda de dos caras
inseparables, una de ellas es la cara de la ciencia como producto (lo que
sabemos, esos hechos e ideas que suelen llenar los pizarrones y los libros de
texto), pero la otra, y la habitualmente más ausente en las aulas y más cercana
al corazón del espíritu científico, es la de la ciencia como proceso, como una
manera muy particular, apasionante y poderosa de acercarse al conocimiento; ese
‘cómo sabemos lo que sabemos’. A ese enfoque se lo ha llamado ‘enseñanza por
indagación.” (OEI, 2015)
Es en la escuela en donde debemos enamorar de nuevo a los estudiantes,
de ese amor perdido que sentían de niños cuando se echaban los juguetes a la
boca.
No digo que sea fácil –el que lo diga que me enseñe-, pero no es
imposible. Es difícil hablar con estudiantes e intentar revolcarles esa
necesidad biológica de preguntarse, esa misma naturaleza que creo todas las
disciplinas en el mundo, el sentarse y mirarse y mirar un lápiz y preguntarse y
cuestionarse de su existencia, de lo que está hecho, que ese carbono que tiene
el lápiz también se encuentra en él: somos polvo de estrellas, como dice Sagan.
Pero como docente debo generar esos momentos, esos espacios de cuestionamiento,
de preguntas sin parar. Para Furman (OEI, 2015), en su libro “la aventura de
enseñar ciencias naturales” manifiesta que esos ‘hábitos de la
mente’ no florecen así no más, sino que son resultado de insistir a
través de situaciones y momentos que permitan cosechar ese aprendizaje, y que
propicien el seguir queriendo aprender.
No sé si fui yo o la divina providencia, pero luego de año y medio de
trabajar arduamente con los jóvenes he visto mejoras, no una cosas que digan
que brutos hombre, denles el Nobel, pero han mejorado. Han logrado experiencia
en manejo de instrumental de laboratorio, piensan en realizar carreras
universitarias, y en salir adelante. SIENTO FELICIDAD, si, en mayúscula, cuando
un estudiante me pregunta sobre cómo es la universidad, de cómo ingresar, y
pasamos minutos hablando de temas de la actualidad, como transgénesis o lluvia
acida…
Me gusta ser profesor, y sobre todo me gusta mi laboratorio, y digo mío
porque lo siento así, mío, y cada vez que lo veo intento sacarle el mayor
provecho para mejorar mis prácticas, mi ser docente.
Creo que podría echar más hojas para hablar cháchara sobre mis prácticas
y lo que he hecho y dejado de hacer, pero creo que con esto es suficiente…
gracias.
Trabajos citados OEI. (2015). Enseñanza de las ciencias en la escuela:
algunas claves para generar cambios. iberoámericadivulga.